"Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa" (Mateo 5:15).
Este pasaje bíblico, aunque corto, contiene una verdad profunda sobre el propósito de tu vida como creyente. Jesús nos compara con una luz.
Piensa en una lámpara: su función principal es iluminar, disipar la oscuridad y permitir que las personas vean con claridad. De la misma manera, tu vida tiene la capacidad de mostrar la gloria de Dios al mundo.
El "almud" (o "modio" en otras traducciones) era una medida de grano que, al ser invertida, podía ocultar la luz de una lámpara. La idea es que una luz no se enciende para ser escondida o silenciada.
¿Qué podría ser ese "almud" en tu vida? Podría ser el miedo, la vergüenza, la falta de confianza, o quizás el temor al rechazo o a lo que otros piensen. También puede ser la indiferencia o la pereza, que nos impiden vivir nuestro propósito con diligencia. Sin embargo, la intención de Dios es que tu luz sea colocada sobre el candelero, en un lugar visible, para que ilumine a todos los que están en casa. Esto significa que estás llamado a reflejar la verdad y la bondad de Dios de manera abierta y clara en tu entorno, influenciando positivamente a tu familia, amigos y comunidad.
Tu existencia tiene un propósito divino: glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre. Al vivir una vida santa y obedecer Sus mandatos, permites que Su gloria se refleje a través de ti, haciendo que otros puedan reconocerle. Así como Moisés resplandecía después de estar en la presencia de Dios, nosotros también podemos reflejar el esplendor divino al sumergirnos en Su Palabra y permitir que el Espíritu Santo nos transforme.
Aplicación
1. Sé un reflejo de Cristo en tu día a día: Vive de tal manera que tus acciones y palabras honren a Dios, permitiendo que otros vean Su amor y Su carácter a través de ti. Practica el perdón, la paciencia y la bondad, valores que la Biblia enseña y que transforman tu carácter.
2. Comparte tu fe con valentía: No escondas tu historia de fe o el evangelio. Tu propia historia de cómo Dios ha obrado en tu vida puede ser una poderosa herramienta para que otros le conozcan y crean. El propósito de conocer a Dios no es solo acumular datos, sino recibir una fortaleza viva que transforma cada aspecto de tu vida.
Reflexión
1. ¿Hay algún "almud" en tu vida que esté impidiendo que la luz de Cristo brille plenamente a través de ti? ¿Qué pasos puedes tomar para quitarlo?
2. ¿Cómo puedes, intencionalmente, colocar tu "luz" sobre el "candelero" esta semana, para que aquellos en tu entorno vean la gloria de Dios?
La Oración De Hoy
Amado Señor, Gracias porque me has llamado a ser luz en este mundo, a reflejar Tu gloria y Tu amor a todos los que están a mi alrededor. Perdóname por las veces que he permitido que el miedo, la duda o la indiferencia oculten la luz que Tú has encendido en mí. Te pido que, por el poder de Tu Espíritu Santo, me ayudes a quitar todo "almud" que me impida cumplir mi propósito. Que mi vida sea un faro que señale hacia Ti, que mis acciones y palabras glorifiquen Tu nombre. Ayúdame a ser valiente al compartir mi fe y mi testimonio, para que muchos puedan conocerte como el Dios sanador y transformador. Que mi vida sea un constante "aleluya" que eleve Tu nombre y que, a través de mí, Tu verdad sea entendida y Tu propósito se cumpla. Amén.
ADORACIÓN (AUDIO)
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