PROMESA INQUEBRANTABLE

"Sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." Romanos 8:28.

Este versículo en Romanos 8:28, es una *poderosa promesa* y una verdad fundamental para quienes creen en Dios. Nos asegura que, sin importar lo que ocurra en nuestras vidas, Dios está obrando para nuestro *bien definitivo*.

Para el creyente, hay una *certeza absoluta* de que Dios tiene el control total, como si estuviera al timón de una embarcación, incluso en medio de las tormentas más fuertes. Este conocimiento nos tranquiliza porque sabemos que en Su plan no hay errores ni accidentes. No sucede nada que Él no permita y use para Sus propósitos.

Cuando la Biblia dice "todas las cosas", se refiere a *cada aspecto de nuestra existencia*, tanto lo bueno como lo malo. Esto incluye no solo las bendiciones, la paz y la prosperidad, sino también las *pruebas, aflicciones y calamidades*, e incluso el pecado y las tentaciones. Dios es Santo y no produce o induce el pecado, ni lo malo sin embargo estos al existir en su creación ya deben estar regidos por sus leyes y voluntad, es por eso que Dios es capaz de usar tanto los "seres buenos" como los "seres malos" para cumplir Su voluntad. Uso la maldad de los hermanos de José para llevarlo a Egipto, uso a la mujer de Potifar para encarcelar a José, usó a Faraon para escoger a José y posicionar lo en una posición de bendición y autoridad. Males pueden obrar para bendición y sanidad, y el sufrimiento puede purificar y llevar a la sanidad del alma. El pecado, al ser expuesto, puede llevar a la humildad y a una *dependencia total en Cristo*.

Pero, ¿qué significa que "todas las cosas les ayudan a bien"? El "bien" que Dios promete no siempre es lo que nosotros esperamos, como el éxito mundano o la ausencia de dificultades. En cambio, se refiere a un **bien más profundo y transformador**:

* Un **bien temporal**, donde, aunque los creyentes quizás no disfruten de abundancia material como otros, tienen lo necesario con bendición. Agradecen a Dios y viven vidas en paz y fe.

* Un **bien espiritual**, que nos lleva a una "conformidad del alma con Dios" y al ejercicio de la gracia en nuestra vida, resultando en crecimiento de fe, esperanza y amor.

* Un **bien eterno**, que obra en nosotros un "peso de gloria inmenso" y nos conduce a la glorificación.

Esta maravillosa promesa está dirigida específicamente a *aquellos que aman a Dios"* y son *"llamados conforme a su propósito"*. El amor a Dios se entiende en el marco bíblico, y el "llamado" se refiere a la gracia especial con la que Dios nos atrae a Él. Él nos conoció de antemano, nos predestinó para ser hechos "conformes a la imagen de su Hijo", nos llamó, justificó y glorificó. Esta es una "cadena eterna" de la obra de Dios, lo que significa que Él no comienza una obra en nosotros para abandonarla. Nuestro papel en este plan es esencial para llegar a ser como Cristo.

*Aplicación:*

1. *Confía en la sabiduría y el control de Dios:* En cada situación, incluso cuando no entendemos el porqué, descansa en la certeza de que Dios está al mando de tu historia. Acepta lo que Él envía, sabiendo que Su propósito es siempre tu bien, aunque duela o te inquiete.

2. *Busca la transformación, no solo la comodidad:* Recuerda que el "bien" de Dios es hacerte más semejante a Cristo y crecer en tu relación con Él. En lugar de lamentarte por las circunstancias difíciles, busca cómo Dios quiere usarlas para moldear tu carácter y fortalecer tu fe, lo que te llevará a una vida de constante agradecimiento.

*Reflexión:*

1. ¿Cómo cambian tu perspectiva las dificultades y los momentos dolorosos al recordar que Dios está obrando "todas las cosas" para tu bien espiritual y eterno?

2. ¿Qué áreas de tu vida necesitas entregar a Dios hoy, confiando que Él las usará para formarte a la imagen de Su Hijo, incluso si el proceso es desafiante?

*La Oración De Hoy:*

Amado Padre Celestial, te damos gracias porque en medio de la incertidumbre y las aflicciones de la vida, tenemos la certeza inquebrantable de que Tú tienes el control absoluto. Gracias porque estás sentado en el timón de nuestra historia, y nada de lo que enfrentamos está fuera de Tu perfecta voluntad y sabiduría. Ayúdanos a comprender, Señor, que Tu "bien" va más allá de nuestras expectativas terrenales; que es el bien profundo de ser transformados a la imagen de Tu Hijo Jesucristo. 

Te pedimos que, incluso cuando el dolor nos invada o el camino sea oscuro, podamos confiar en Tu fidelidad y reconocer Tu propósito detrás de cada circunstancia. Que cada prueba, cada pérdida, e incluso nuestros errores, nos humillen y nos acerquen más a Ti, aumentando nuestra dependencia en Tu gracia. Que nuestro corazón se llene de gratitud constante por haber sido conocidos, llamados y justificados por Ti desde la eternidad. Que Tu amor nos sostenga y nos dé paz, sabiendo que Tú eres fiel y que todo, absolutamente todo, coopera para nuestro bien. Amén.

ADORACIÓN (AUDIO)