Toda La Gloria Sea Para Dios
Es un privilegio reflexionar sobre el poderoso versículo de Efesios 3:20, que nos recuerda la inmensidad de Dios y Su obra en nuestras vidas. "Que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros." Este pasaje nos invita a una profunda contemplación de la naturaleza divina y nuestra relación con Él. La Gloria de Dios, Más Allá de Nuestra Comprensión La primera parte del versículo nos llama a que "toda la gloria sea para Dios" [Efesios 3:20 NTV]. La gloria de Dios no es algo que podamos añadir o quitar, pues es inherente a Su ser, la manifestación de todos Sus atributos. Incluso si nadie lo alabara, Él seguiría siendo el "Dios de la gloria". Los cielos proclaman Su gloria y toda la tierra está llena de ella, un testimonio silencioso de Su grandeza como Creador. El universo entero fue creado para glorificarle. Nuestra función, entonces, no es aumentar Su g...